Sorprende el número de intrusiones que se producen cada año en hogares y pequeños negocios en México. Según datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) en los primeros cinco meses de 2021 incrementó la incidencia delictiva en comparación con el mismo periodo del año anterior; el ciclo marcado por la pandemia y el confinamiento.
Se indica que, “a nivel nacional, se han reportado 25 mil 030 robos a casas, de los cuales, el Estado de México contribuyó con el 14% de la incidencia en el país, colocándonos en el primer lugar de robo a casa habitación, seguido de Guanajuato, Jalisco y Ciudad de México”.
“Cuando hablamos de una situación así, entendemos por qué cada vez más gente instala algún tipo de sistema anti-intrusión y por qué los fabricantes de este tipo de dispositivos se esfuerzan por diseñar y lanzar al mercado equipos cada vez más fiables, que ayuden a los clientes a proteger sus inmuebles”, comenta Camilo Muñoz, Channel Manager de Hikvision México.
Explica que tecnología y fiabilidad son dos conceptos que van de la mano, por lo que una alarma debe estar preparada para detectar a un intruso en cualquier momento y ante cualquier circunstancia. Una de las claves es la conectividad entre los diferentes sensores que forman el equipo y que, a su vez, están conectados al panel central. La conexión inalámbrica ha demostrado ser la más eficiente y, al mismo tiempo, la más cómoda para el usuario, por su facilidad de instalación. Destaca que el Internet de las cosas ha hecho posible que los equipos estén permanentemente conectados y hablen entre ellos, estando siempre alerta.
Indica que, hasta hace poco, las intrusiones se comprobaban fundamentalmente a través de fotos, de imágenes fijas, porque pesan menos y llegan antes a la central receptora o al móvil del usuario. Pero son mucho menos fiables que un video. La mejora de la tecnología permite enviar casi al instante pequeños cortes de video, que recogen desde pocos segundos antes del salto de alarma, hasta pocos segundos después, lo que facilita la comprobación de qué es lo que está pasando realmente en nuestra casa o nuestro negocio.
“Los sensores deben transmitir la información en tiempo real para que la inteligencia de la alarma haga el resto a la hora de detectar eventos, catalogarlos y dar el aviso correspondiente. Descartar las falsas alarmas se ha convertido en un elemento diferencial. Y otro gran avance en este terreno ha sido incorporar la videoverificación”.
Agrega que, en la actualidad, las aplicaciones móviles están ayudando de forma significativa a que las alarmas sean sencillas de activar o desactivar y, desde nuestro teléfono, comprobar quién ha entrado en casa y a qué hora, además de acceder a las imágenes de las cámaras en tiempo real.
“Un buen sistema de alarma está basado en la fiabilidad. Y a eso contribuyen la inteligencia artificial, la buena conectividad y la videoverificación. Al final, la alarma desde ser un elemento que tiene una función disuasoria y una función de protección, es decir, la capacidad de generar una alarma en cuanto se produce la intrusión y de poner en marcha el mecanismo de respuesta. Y la tecnología está en la base del funcionamiento de unos equipos cada vez más demandados por la tranquilidad que reportan a los usuarios”, concluye el ejecutivo.