El auge de las redes sociales, sumado a las nuevas modalidades educativas, han acelerado la exposición a la web en alrededor del 78.6% de internautas menores de edad (6 años en adelante) en México, esto de acuerdo a datos de la Encuesta Nacional Sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en Hogares (ENDUTIH), permitiendo potencializar habilidades y aptitudes tecnológicas, a la par de abrir la puerta a vulnerabilidades y riesgos, tanto para ellos como para su entorno.
De acuerdo con la Asociación Mexicana de Internet, durante los últimos dos años, el uso de identidades falsas (phishing), ciberacoso y grooming son los riesgos más comunes a los que están expuestos los menores de edad.
Expertos de seguridad de WatchGuard Technologies señalan que uno de los elementos en común que tienen las modalidades de ciberataque contra menores de edad son las interacciones directas que los atacantes establecen con ellos.
El uso de identidades falsas (phishing) generalmente radica en el envío de un correo electrónico o mensaje haciéndose pasar por otra persona o cuenta para obtener información confidencial de la víctima por lo que un niño y/o adolescente es vulnerado a través de información que involucra a su entorno a través de tácticas para provocar miedo, despertar curiosidad o generar una sensación de urgencia con el fin de convencer a la víctima de abrir un archivo adjunto o hacer clic en un enlace malicioso.
En el caso del ciberacoso y grooming ambos son interacciones más directas que establece el cibercriminal con el internauta. Este ataque tiene por objetivo molestar al usuario a través del envío directo de mensajes ofensivos y violentos; el grooming por su parte consiste en que el ciberdelincuente acosa sexualmente al usuario mediante mensajes inapropiados o solicitudes de fotos y videos íntimos.
Una de las medidas preventivas recomendadas para proteger a los menores de edad de los riesgos en la web es el uso del control parental. Este es un servicio que permite a los padres de familia establecer límites en el uso de los dispositivos, restringir contenidos no aptos para menores, bloquear páginas y monitorear la navegación en la web.
Sin embargo, a pesar de que el control parental es un servicio que se implementó desde el auge de la televisión por cable y posteriormente se agregó a los navegadores web sólo el 26.2% de los mexicanos utilizan alguna herramienta, según datos del la Primera Encuesta 2022, Usuarios de Servicios de Telecomunicaciones.
“Constantemente los hackers o ciberacosadores son precursores en desarrollar e implementar estás tácticas que vulneran a los usuarios pero principalmente a menores de edad, gracias a la facilidad con la que los menores se ven atraídos por elementos de interés como los videojuegos, las series y películas, segmentando sus ataques e identificando víctimas potenciales. En el caso de los menores de edad, son pocos quienes reciben orientación alguna sobre ciberseguridad, si a esto se suma la ausencia de control parental o monitoreo de navegación, los peligros y vulnerabilidades aumentan exponencialmente, agregó Jessica Gonzalez, experta en ciberseguridad de WatchGuard Technologies.
El uso del control parental debe sumarse a otras medidas de ciberseguridad como lo son: contar con un antivirus, actualizar los dispositivos, utilizar contraseñas alfanuméricas, asistir a talleres o capacitaciones en materia de ciberseguridad así como llevar a cabo charlas de confianza sobre los peligros que existen en la web con los internautas jóvenes. De esta manera este sector podrá identificar y evitar el mayor número de amenazas.