En conferencia de prensa, Check Point comentó que la expansión que ha tenido el ransomware a escala global se debe a que los vectores de ataque se han ido multiplicando, además, las empresas usan y mantienen información sensible en centros de datos corporativos, dispositivos móviles, aplicativos, correos electrónicos y por supuesto en la nube, lo que implica un alto riesgo de ser víctima de un ataque.
En el caso de América Latina, Francisco Robayo, Head of Engineering LATAM en Check Point, comentó que a diferencia de otras latitudes en este continente las empresas son tecnológicamente más endebles.
Sin embargo, además de la tecnología es necesario que las empresas comprendan que se necesita de otros dos pilares para establecer una estrategia sólida de protección, como son políticas y educación.
Desde la visión de la marca, Zero Trust es una de las estrategias tecnológicas más sólidas para combatir a los cibercriminales, además insta a las instituciones a consolidar sus recursos tecnológicos con la menor cantidad de proveedores posible.
“Una empresa puede llegar a tener 20 o 30 marcas diferentes en su infraestructura de seguridad, lo que hace sumamente complicado la gestión y por supuesto incrementa los recursos humanos y económicos necesarios para mantener su operación”, explicó el ejecutivo.
En este sentido para ayudar a las empresas a resolver este desafío, la firma propone el uso de su arquitectura Check Point Infinity, la cual está preparada para prevenir y detener amenazas de quinta generación.
“La ciberseguridad es un tema que va en auge día con día, y no es para menos, ya que empresas a nivel global están recibiendo un promedio de 1,116 ataques por semana. Y en América Latina el porcentaje es mayor, tal es el caso de Chile con un promedio es de 1,280 intentos de ataques semanales, México con 1,677, Argentina con 1,682 y Colombia con 2,387”, comentó Robayo.
El ejecutivo recalcó que no existe una estrategia de ciberseguridad única, la realidad es que se deben poner en práctica una serie de estrategias que incluyan tecnología de punta, educación para los usuarios y el desarrollo de políticas coherentes que evolucionen a la par de las ciberamenazas.
“En el caso de Check Point estamos seguros de que podemos ofrecer la mejor tecnología de ciberseguridad y del lado de los usuarios los invitamos a que busquen precisamente las mejores marcas, que no se conformen con los segundos lugares”, concluyó.