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Avast comparte consejos para evitar caer en estafas de criminales que se hacen pasar por bancos

La creciente digitalización de los servicios bancarios, de prácticamente todas las instituciones con presencia en nuestro país, ha resultado en una experiencia mucho más conveniente y cómoda para los usuarios, pero también ha abierto la puerta a ciberdelincuentes para hacerse pasar por ejecutivos o representantes de bancos, aprovechándose de la confianza de sus víctimas o creando situaciones de emergencia falsas para entorpecer sus reacciones.

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Para entender la dimensión del riesgo, basta saber que la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) registró más de 391 mil controversias por posible fraude de 2020 a 2022. Asimismo, tan sólo entre enero y octubre de 2022, esta entidad reportó un incremento de 9.5% en las denuncias por fraudes digitales, mismo periodo en el que el retiro móvil no solicitado, las transferencias electrónicas y compras no reconocidas representaron un monto estimado de 3.9 mil millones de pesos.

Ante esta situación, Avast comparte tips y consejos para mantenernos seguros en línea y no caer en fraudes de este tipo.

Desconfía
Los cibercriminales usualmente comienzan la estafa enviando un correo electrónico, mensaje de texto SMS o mediante aplicaciones de mensajería —como WhatsApp—, o llamando por teléfono. Se hacen pasar por ejecutivos de atención a clientes de diversas instituciones bancarias y describen situaciones de emergencia que requieren acción inmediata para confundir a sus víctimas. Por ejemplo, pueden decir que debes actualizar tus datos personales de lo contrario perderás acceso a tu cuenta, inventan cargos o movimientos falsos.

En primera instancia, es importante mantener la calma, verificar la autenticidad del mensaje o correo electrónico. Con frecuencia, el cuerpo del correo o la dirección misma presentan faltas de ortografía o sustituyen caracteres por uno similar, por ejemplo, cambian “E” por “3”. Asimismo, con frecuencia incluyen links o archivos adjuntos, es importante no descargar o ingresar a un enlace si no estamos seguros de su autenticidad.

Si el fraude se intenta vía telefónica, no proporciones datos personales o confirmes los que ellos te mencionen. Usualmente los ciberdelincuentes saben tu nombre y hasta tu número de tarjeta, pero les falta información para acceder y por eso intentan engañar.

También pueden proporcionarte un número de empleado u oficina de atención falsos. Es importante que te comuniques a los teléfonos o canales de comunicación oficiales de tu banco —incluyendo perfiles de redes sociales o plataformas de mensajería oficiales—, si es una situación especial real, los ejecutivos de atención reales te ayudarán, si no lo es, habrás evitado compartir información sensible.

También debemos poner atención y sólo descargar aplicaciones reales y oficiales de las instituciones bancarias en las que tenemos cuentas. Y sólo debemos descargarlas desde las tiendas de aplicaciones AppStore (para dispositivos Apple) y Google Play (para Android).

Evita dar clicks en la publicidad dentro de aplicaciones de videojuegos o entretenimiento, y mucho menos descargues aplicaciones a través de ese tipo de enlaces. No se puede poner demasiada precaución, desconfía de cualquier mensaje que recibas, y verifica su autenticidad mediante los canales oficiales de tu banco.

Prevención
Para evitar ser víctima de los cibercriminales lo mejor es la prevención. El primer paso es contar con contraseñas sólidas y exclusivas para cada cuenta que tengas o crees, además, asegúrate de cambiarlas regularmente. Existen herramientas de administradores de contraseñas, que generan contraseñas muy complejas, difíciles de vulnerar y con un cifrado seguro. De esta manera, los usuarios evitan recordar múltiples contraseñas larguísimas y les facilita cambiarlas frecuentemente.

Adicionalmente, es recomendable activar la opción de autenticación de dos factores. Una capa extra de seguridad que requiere ingresar un código —que generalmente se envía mediante un mensaje SMS, dirección de correo electrónico o una app de autenticación—, además del nombre de usuario y contraseña, para iniciar sesión. Esta herramienta es muy útil para cerciorarse que personas no deseadas accedan a tus datos, incluso si ya tienen tus credenciales.

Asimismo, es muy recomendable instalar y habilitar software antivirus en todos tus dispositivos, sin importar su sistema operativo —Mac, Windows, iOS o Android—, es imprescindible para protegerlos contra amenazas como spyware, ransomware, keyloggers y troyanos.

Mejores hábitos de compra
Si realizas una compra en línea, es importante considerar ciertos factores para garantizar que tus datos bancarios no serán robados. Para empezar, es recomendable verificar las direcciones URL del sitio en el que deseas completar tu compra. Cerciórate que es la página oficial, que está correctamente escrita —que no cuente con caracteres sustituidos para aparentar ser la genuina—, busca que inicie con “https” y aparezca el ícono del candado al lado.

Asimismo, si tu compra la realizarás en un marketplace desde tu smartphone, asegúrate de descargar la aplicación oficial de esa plataforma y mantenla actualizada.

Por otro lado, al ingresar los datos de pago, es recomendable que utilices tarjetas de crédito, de ser posible, pues son más seguras que las de débito. De igual manera, verifica con tu banco si ofrecen la opción de “tarjeta electrónica”, ideales para las compras en línea, pues cuentan con dígitos distintos a los de tu tarjeta física e incluso el código de verificación cambia cada determinado tiempo, con el objetivo de que sólo se pueda utilizar una vez por compra.

También es importante evitar realizar compras o transacciones financieras desde una computadora o dispositivo móvil que no te pertenece. Tampoco realices transacciones si tu dispositivo está conectado a redes Wi-Fi públicas. Si te encuentras en una emergencia y es absolutamente necesario, hazlo con la ayuda de una VPN (red privada segura), que protegerá tu privacidad al navegar en redes públicas, como aeropuertos, centros comerciales, tiendas, cafés, restaurantes o establecimientos similares, e incluso espacios como parques y explanadas.

En cuanto al mundo físico, las precauciones que podemos tomar para mantenernos seguros son: revisar la integridad del sobre al recibir el plástico de una nueva tarjeta. Si es posible, utiliza una cartera o porta tarjetas antirrobo con bloqueo RFID (identificación por radiofrecuencia), no dejes sin vigilar tu cartera o tarjetas en lugares públicos, verifica que no te observan sobre el hombro al retirar dinero en un cajero o al pagar en el supermercado, no compartas con nadie tu información bancaria y si anotas códigos o contraseñas en una libreta, asegúrate de resguardarla de manera segura.

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