El pasado miércoles 20 de octubre Donald Trump anunció el lanzamiento de la versión beta de su propia red social bajo el nombre de Truth Social, la cual creó “para recuperar un espacio en internet” y “hacerle frente a la tiranía de la Big Tech” en respuesta al hecho de que el expresidente de Estados Unidos fue vetado de Twitter, Youtube y Facebook después del violento ataque que sus seguidores realizaron contra el Capitolio a principios de este año.
Un par de horas después de dicho anuncio, la nueva red fue hackeada por el colectivo de ciberactivistas Anonymous, quienes –por cierto- también se adjudicaron la reciente caída global de los servicios de Facebook, Instagram y WhatsApp ocurrida el 4 de octubre (la tercera en lo que va del año).
El mismo día, a través de un video difundido en Youtube, Anonymous convocó a participar en la “Marcha del Millón de Máscaras” para protestar por la pobreza, la censura, la vigilancia masiva, la brutalidad policíaca y la corrupción gubernamental, entre otros impulsores de los desacuerdos que desgraciadamente se suscitan a nivel global.
Esta manifestación se ha realizado todos los días 5 de noviembre desde hace ocho años, y en cada una de ellas los participantes portan la popular máscara de Guy Fawkes.
¿Pero quién fue este personaje y por qué se le recuerda cada 5 de noviembre; cuáles fueron las razones por las que los hackers más famosos del mundo decidieron adoptar el rostro estilizado de Fawkes como símbolo de representatividad? He aquí el recuento de los hechos:
Conspiración y traición
A principios del siglo XVII se vivió en Inglaterra una revolución fallida, encabezada por un grupo de 13 jóvenes que idearon hacer estallar las casas del Parlamento y matar a todos los oficiales del estado, incluyendo a miembros de la familia real y al rey Jacobo I, quien asumió el poder después de la muerte de la reina Isabel I en 1603.
El objetivo de este ataque, conocido históricamente como “la Conspiración de la Pólvora”, era manifestarse ante las medidas adoptadas contra los ingleses católicos por parte de la aristocracia protestante e instalar un rey fiel a la religión católica.
Todos los miembros del contingente subversivo estaban convencidos de que la represión e intolerancia del nuevo monarca solo podrían combatirse mediante la intimidación, y que ello conduciría a un inminente levantamiento popular.
Guy Fawkes (1570-1606) era un hombre alto y de notable resistencia física, cuyas habilidades en el manejo de los explosivos lo hacían el abanderado ideal de una conflagración extremadamente violenta, y es por esto último que su participación sobresalió incluso por encima de la del líder conspirador, Robert Catesby..
Pero cuando se frustró la conspiración, durante las primeras horas del 5 de noviembre de 1605, todos los rebeldes fueron colgados para después cortarles los genitales mientras aún estaban vivos, tirando sus miembros a una hoguera.
Idolatría a un personaje
En la década de los 80 del pasado siglo, Alan Moore y David Lloyd crearon el comic-book titulado “V de Vendetta”, el cual se ambientó en un futuro imaginario en el que Inglaterra se convierte en un estado totalitario y fascista.
El protagonista principal de esta serie de diez entregas se inspiró justamente en la figura de Guy Fawkes, quien dentro de la trama iconográfica era conocido simplemente como “V” y definido como un misterioso anarquista.
El personaje llevaba siempre una máscara (diseñada por Loyd) que presume una sonrisa sobredimensionada, mejillas rojas y un amplio bigote con las puntas hacia arriba en ambos extremos, junto con una perilla vertical puntiaguda y delgada. Al peso de los años esta máscara llegó a convertirse en un símbolo de rebeldía, utilizándose en movimientos de ocupación, marchas, levantamientos y protestas antigubernamentales y antisistema de todo el mundo.
Debido al éxito de la historieta, la productora Warner Bros filmó la película “V de Vendetta” (2006), retomando gran parte de la trama histórica de la Conspiración de la Pólvora y haciendo una adaptación de la popular novela gráfica de DC Comics de los años 80. Paralelamente, la máscara se popularizó cada vez más y comenzaron a venderse en línea varios artículos con la estilizada imagen de Fawkes.
Popularidad basada en el anonimato
Por su parte, el grupo internacional de hackers conocido como Anonymous, enarbolando causas como el libertarismo, el anticapitalismo, la libertad de expresión y la independencia de internet, comenzó a lanzar sus videos de advertencia cubriendo sus rostros con la máscara, anticipando de esta manera cada uno de sus ataques.
Dentro del terreno de la ciberdelincuencia, el camuflaje ha sido parte del modus operandi “natural” de todo hacker, más aún si el móvil de sus embestidas informáticas se decanta hacia la obtención de beneficios económicos a cambio de inmunizar o perdonar a sus víctimas.
En el caso específico de los hackers de Anonymous, ellos adoptaron el anonimato como un símbolo y se autodenominaron “ciberactivistas encargados de revelar información confidencial de gobiernos y organizaciones privadas que dañan a la sociedad”.
Alan Moore, cocreador del comic V de Vendetta, opinó al respecto: “Mi impresión es que estos hackers necesitaban una imagen polivalente que les sirviera tanto para ocultar su identidad como para simbolizar que defienden el individualismo”.
Más que oportuno es mencionar una de las frases que, sin duda, definen a Guy Fawkes desde que escribió su nombre como uno de los más afamados villanos en la historia de Inglaterra hasta convertirse en un héroe de historieta, en personaje del celuloide y en todo un símbolo del hacktivismo mundial: “Bajo esta máscara no hay carne ni huesos que matar; solo hay una idea, y las ideas son a prueba de balas”.
Joel Guerrero, Director General de TrapX Security para México y Latinoamérica