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Presiones económicas y ciberataques: el doble desafío para las empresas mexicanas en 2025

La creciente tensión comercial entre potencias económicas como Estados Unidos, China y la Unión Europea está reconfigurando no solo los flujos globales de mercancías, sino también las prioridades de inversión de las empresas mexicanas. En este nuevo contexto, la ciberseguridad está emergiendo como una de las primeras áreas a considerar en los recortes presupuestales, justo también en un momento en que los ataques digitales no solo se multiplican, sino que son más sofisticados.

ciberataques

Según el Informe de Inteligencia sobre Amenazas DDoS 2H2024 de NETSCOUT, los ataques de Denegación de Servicio Distribuido (DDoS) aumentaron significativamente en México durante el segundo semestre del año pasado, con más de 18,400 incidentes, impactando principalmente al sector de telecomunicaciones. Estos ataques, que buscan saturar y colapsar infraestructuras digitales, se han alineado cada vez más con momentos de alta tensión sociopolítica, económica o electoral.

La escalada de medidas proteccionistas y nuevos aranceles en sectores clave no solo está tensando las cadenas de suministro, sino que también podría estar alimentando un entorno más hostil en el ciberespacio. Las represalias comerciales no siempre se limitan al terreno económico: actores maliciosos, a menudo con motivaciones geopolíticas o económicas, recurren a ciberataques como instrumentos de presión o desestabilización. En este contexto, las empresas de países involucrados en disputas comerciales, como México, podrían convertirse en blancos indirectos de campañas de sabotaje digital, ya sea por su exposición internacional o por representar intereses estratégicos.

“La evolución del entorno de los aranceles comerciales está creando efectos dominó no deseados en todas las industrias. A medida que las empresas buscan optimizar costes, funciones críticas como la ciberseguridad pueden enfrentarse a presiones presupuestarias”, advirtió Jorge Tsuchiya, Director Regional para México de NETSCOUT.

Durante las elecciones nacionales en México, los ataques DDoS aumentaron un 218%, lo que demuestra cómo los momentos de reorganización institucional o alta visibilidad pública son aprovechados por actores maliciosos para maximizar el impacto.

Los ciberdelincuentes han escalado el nivel de complejidad: utilizan automatización, inteligencia artificial para evadir mecanismos como CAPTCHA, y técnicas como carpet bombing o geo-spoofing. Además, incluso actores sin conocimientos técnicos avanzados pueden lanzar campañas de gran escala gracias a plataformas DDoS de alquiler.

Este escenario es especialmente riesgoso cuando las empresas, presionadas por la inflación, los aranceles y la incertidumbre económica, reducen recursos en áreas consideradas “no productivas” a corto plazo, como la ciberdefensa.

“Los ataques DDoS ya no son solo una amenaza operativa. Se están convirtiendo en una herramienta de presión geopolítica y económica. Reducir la inversión en ciberseguridad en este contexto puede exponer a las empresas a daños operativos, financieros y reputacionales irreversibles”, añadió Tsuchiya.

Además del impacto inmediato en la operación, las consecuencias pueden incluir pérdida de ingresos, filtración de datos sensibles y afectaciones de largo plazo a la confianza del cliente.
Según el informe Cost of a Data Breach 2024 de IBM, el costo promedio global de una violación de datos alcanzó los 4.88 millones de dólares , el más alto registrado hasta la fecha, lo que subraya la urgencia de mantener estrategias de ciberdefensa robustas.

NETSCOUT recomienda a las organizaciones mexicanas:

● Evaluar regularmente el impacto potencial de los ataques DDoS en su operación y reputación.

● Mantener la inversión sostenida en protección digital, incluso en contextos de presión financiera.

● Integrar inteligencia de amenazas y herramientas de automatización como parte de una estrategia escalable y proactiva.

En un momento en que los riesgos económicos y digitales convergen, las organizaciones resilientes serán aquellas que mantengan su blindaje digital, incluso bajo presión.

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