Las amenazas de ciberseguridad continúan creciendo a un ritmo alarmante. En su estudio “El estado de la ciberseguridad Latinoamérica 2024”, ManageEngine señala que un 65% de los encuestados en México reconoció que sus empresas enfrentaron un aumento en las violaciones de ciberseguridad en comparación con años anteriores. Además, 38% de las empresas encuestadas reconocieron que los ataques cibernéticos afectaron sus operaciones de manera significativa. De las regiones encuestadas, México reportó el mayor número de infracciones.
Este aumento representa un peligro latente para la seguridad de los sistemas digitales y pone en peligro la infraestructura física que respalda la operación tecnológica de las empresas. En México las organizaciones de sectores clave como el financiero, salud, telecomunicaciones y gobierno están bajo una presión constante para proteger tanto sus datos como los equipos que los albergan. En este contexto, soluciones como las de Tripp Lite by Eaton, que combinan seguridad física y gestión de energía, se vuelven indispensables para garantizar la continuidad operativa y la protección integral de los activos.
Las organizaciones suelen concentrar sus esfuerzos en protegerse contra amenazas digitales, pero en muchas ocasiones pasan por alto los riesgos físicos que pueden comprometer la integridad de sus sistemas. Un ataque exitoso a la infraestructura física —como un acceso no autorizado a los servidores o un fallo en la alimentación de energía— puede ser tan dañino como una brecha cibernética.
“En este entorno de ataques cada vez más sofisticados, es esencial que las empresas no descuiden la seguridad física de sus equipos tecnológicos””, señala Juan Luis Tron, Director General de Tripp Lite by Eaton. “Nuestros productos, como los racks con sistemas avanzados de control de acceso y las soluciones de distribución de energía protegida, ofrecen una capa adicional de protección para las infraestructuras críticas”.
Los centros de datos y las oficinas que almacenan información sensible son puntos clave de vulnerabilidad. Además de las medidas de ciberseguridad tradicionales, proteger estos espacios con herramientas físicas adecuadas es un complemento indispensable.
Uno de los productos clave que ofrece Tripp Lite by Eaton en este ámbito son sus racks y gabinetes con seguridad avanzada. Estos dispositivos permiten organizar eficientemente los servidores y dispositivos de red, e incluyen mecanismos de control de acceso físico que restringen quién puede manipular los equipos. La protección contra intrusos físicos es una prioridad en sectores como el financiero y gubernamental, donde la información confidencial es especialmente valiosa para ciberdelincuentes.
La importancia de estas medidas se magnifica en épocas de alta actividad como el cierre fiscal, cuando las empresas manejan grandes volúmenes de datos y transacciones. Los ataques cibernéticos suelen incrementarse en estas fechas, y proteger los equipos que procesan esa información puede marcar la diferencia entre una operación segura y un desastre de seguridad.
“Nuestros racks seguros están diseñados para proporcionar una protección robusta contra accesos no autorizados, y esto, combinado con nuestros sistemas de control de energía, asegura que los equipos tecnológicos puedan operar sin interrupciones”, explica Tron. “Es fundamental que las empresas comprendan que la seguridad física y la ciberseguridad son dos caras de la misma moneda”.
Otro aspecto crítico en la infraestructura tecnológica es la alimentación eléctrica. Las interrupciones en el suministro de energía afectan la operatividad inmediata y pueden causar pérdidas de datos, lo que expone a las empresas a vulnerabilidades imprevistas. Esto puede abordarse con soluciones de distribución de energía y UPS (sistemas de alimentación ininterrumpida) que mantienen el flujo eléctrico constante y permiten el monitoreo remoto del sistema.
Esta capacidad de monitoreo es vital para detectar fallas o irregularidades a tiempo para reducir el riesgo de que una interrupción de energía afecte la seguridad de los datos. Además, los sistemas UPS están diseñados para proteger tanto la infraestructura tecnológica como los datos críticos, asegurando que las empresas puedan seguir operando incluso en situaciones de crisis energética.
Los sectores que más se benefician de estas soluciones integradas de seguridad física y energética son aquellos que manejan información sensible y operan infraestructuras críticas. En instituciones financieras, hospitales y agencias gubernamentales, un fallo en la infraestructura física puede tener consecuencias devastadoras tanto para la organización como para la seguridad y el bienestar de los usuarios o ciudadanos.
Las telecomunicaciones, por su parte, son un sector donde la conectividad ininterrumpida es crucial. Las soluciones de Tripp Lite by Eaton aseguran que las empresas puedan mantener sus servicios operativos sin importar las amenazas físicas o digitales a las que se enfrenten.